6 formas más en las que el narcotráfico nos jode la vida
Mientras que al norte del Trópico de Cáncer se la pasan de risitas y jolgorio haciendo chistes sobre toda la droga que meten, al sur nos la pasamos de lo más jocoso con las decapitaciones, masacres y asesinatos de figuras públicas que todo paisito debe vivir para hacerle llegar su asunto a los pendejos del norte.
La realidad es que si sólo fueran decapitaciones y sicarios, pues estaría de lo más chévere, porque eso uno más o menos lo maneja no entrando en el negocio y admirando el espectáculo en las noticias como si estuviera viendo una película de Steven Seagal.
Pero no, los problemas de la plaga del narcotráfico en Latinoamérica no se limitan solo a la trama de “Machete” (la mejor película del Siglo XXI), sino que mientras norteamericanos (gringos y canadienses) y europeos se “entretienen” metiéndose su asunto… por acá tenemos “6 formas más en las que el narcotráfico nos jode la vida”.
6. Las casas y los apartamentos.
Hay dos tipos de personas en la vida: aquellos que piden dinero prestado para comprarse su casita, se comen un cable y se mueren pagándole préstamos al banco… y luego están los narcos.
Usted tiene dos años hablando en chino para pagar un apartamento de $2.5 millones de pesos que compró recién casado y ya está harto de pagarlo. Hasta que un día se entera que el vecino del apartamento de arriba vendió el de él (a un narco) a $6 millones en efectivo sin pasar por Go.
Como es totalmente razonable que las cosas se aprecien 240% en 2 años, usted, sus vecinos, familiares, allegados y primos en el campo entienden que todas las cajitas de fósforos que tienen por apartamentos, metidos en donde el diablo soltó las sandalias, valen lo que pagó el narco. Lo que no debiera ser problema, porque en teoría los no-narcos no pagarían esa ridícula suma por una cáscara de apartamento y el precio bajaría… excepto que eso nunca acaba de pasar debido a que…
Por lo que el resto de los infelices mortales que aspiran a eventualmente comprarse su casita no les queda de otra que ver como los precios suben. Para evitar un infarto de la rabia, decides ir a una actividad en tu ciudad con tu pareja/familia solo para encontrar que los narcos también…
5. Te ponen más caras las taquillas para los conciertos.
El negocio de la producción de conciertos nunca ha sido fácil, y por lo general, si no te manejas bien, pensando que trayendo artistas de renombre te harás millonario, rápidamente te terminas dando cuenta que lo más probable es que culmines tu carrera…
Como la realidad es que los patrocinios por la derecha pagan tarde y casi nunca son suficientes para cuadrar, no viene mal un empujoncito de la muy dadivosa mano izquierda de un narco. Y así traes al grandioso artista americano o europeo que siempre has deseado tener, sólo para encontrarte con la realidad de que en República Dominicana no se llena el Estadio Olímpico sin truquearlo a menos que tu nombre empiece con “J” y termine en “uan Luís Guerra”, y que de alguna forma vas a tener que justificarle al fisco o a la DEA (al que prefieras) como exactamente…
Más o menos produce…
Por eso no debe sorprender que por taquillas que en Estados Unidos y en Europa cuestan unos $200 dólares, acá cuesten el equivalente a $400 dólares, las de $35 dólares allá salen en $115 dólares aquí. Y que los promotores tengan que regalar la mitad de las taquillas del evento, y recurrir a la lista de combos de Killer Instinct para inspirarse con los nombres de la miríada de “V.I.P.’s” ridículos que pretenden poner en su actividad.
Como, al igual que cualquier ser humano con dos dedos de frente, no toleras que alguien te mire seriamente a la cara y te diga “son $400 dólares” para ver a los Jonas Brothers, desistes del concierto y prendes el radito de tu casa solo para descubrir que los narcos también se metieron en…
4. La música.
En los países desarrollados hay artistas que se hicieron famosos por los resultados de los narcóticos que consumen, artistas que se volvieron famosos por la cantidad de narcóticos que consumen, artistas famosos por lo mucho que promueven el consumo de narcóticos y artistas que solo son famosos por lo mucho que intentan sin éxito dejar de consumir narcóticos. Por acá, por el Mundo Salvaje, hay artistas que se pagan su fama consumiendo narcóticos, promoviendo el consumo de narcóticos, vendiendo narcóticos, transportando narcóticos, lavando dinero para el narcotráfico o directamente siendo unos narcos.
Si un día cualquiera mientras estás escuchando música, y de repente te sientes sobrecogido por un incontrolable impulso de vociferar desde el rincón más recóndito de tus entrañas: “A quien coño se le ocurre poner esta mierda en la radio?!?”, es probable que usted esté frente a una de las más tristes consecuencias sociológicas del narcotráfico.
Y así ya tenemos tan diversos y pintorescos géneros musicales como los narcocorridos, las narcocumbias, los narcomambos, el narcomerengue, la narcobachata, etc. que dedicando la mayor parte de su tiempo al lucrativo negocio tienen mayor capacidad para la payola que el pobre músico que se puso a estar dizque estudiando música de pendejo.
3. Malcrían a las mujeres.
Para el hombre promedio que depende de un sueldo o se mata trabajando 20 horas al día en un negocio que seguro quiebra como sea, apartar algo de dinero para regalarle un cariñito a su novia/esposa/amante/muchachona/menor representa un verdadero sacrificio. Lamentablemente para estos, su patético intento de impresionar a una mujer es nada cuando están compitiendo en el mismo terreno y por el mismo objetivo que los narcos…
Y así mientras tu regalas unos accesorios sin marca que te fió la doña de la oficina, ellos regalan 3 relojes Cartier, cuando para su cumpleaños le diste un nuevo par de zapatos, ellos le dieron una cirugía para aumentar los senos, cuando tu la sacas al cine, ellos la sacan a un penthouse a beber Cristal, cuando tu le regalas un spa, ellos le regalan un apartamento, cuando tu le regalas un libro, ellos le regalan una yipeta.
Pero siendo justos, en la mayoría de los casos la mujer no tiende a favorecer lo material, al menos no conscientemente, lo que admite algo de maniobrabilidad. Es probable que cuando vayas al restaurante y ella tenga la puntería de pedir el plato más caro de todo el menú tu pides ensalada, si ella pide el vino caro tu pides agua, si ella pide una Gucci tú le traes una Guchi y te haces el loco…
2. Les dan ideas a los políticos.
Fuera consuelo para todos nosotros saber que la subida de precios en bienes desde las casas hasta el alcohol, se limitara a la ridícula suma de dinero que ponen los narcos en ellos. Después de todo, lo hacen con SU dinero mal ganado, y es solo lógico que lo aprovechen ahora antes de que les caiga la DEA o los decapite otro narco. El problema es que la buena mala vida tiende a ser contagiosa… no existe nada más chopo, presentado, copión, lame culos, sin personalidad e impresionable que un político… por lo que…
Por regla general, los políticos son feos y con traumas porque nunca pueden conseguir mujeres buenas, hasta los políticos más exitosos son prueba fehaciente de ello, por ejemplo Bill Clinton con Hillary Clinton y le pego los cuernos con todo un escuadrón de mujeres feas, Nestor Kirchner con Cristina Kirchner, Hugo Chávez con un espantapájaros, Leonel Fernández con Margarita Fernández, y Nicolas Sarkozy…
Y como el negocio más exitoso, incluso más que el narcotráfico, es cobrar impuestos, estos proceden a gastar TU dinero en las chulerías que aprenden de juntarse con narcos como comprar botellas de $1,000 dólares en las discotecas, mudar sus queridas, comprar su ropa en la 5ta Avenida y…
Por los narcos es evidente que vivimos muchas calamidades, de las que eventualmente algún día esperamos ser liberados y para ello siempre estaremos dispuestos a ejercer nuestros derechos empoderados por el gran poder de la democracia, allí donde los narcos nunca podrán manipularnos y…
1. ¡ELIGEN A TUS PRESIDENTES!
Mientras ellos te dicen…