7 razones por las cuales ser dominicano en Singapur es ilegal
Los dominicanos nos hemos destacado por ser un país en el que a pesar de tener poquísima gente, de alguna forma nos manejamos para estar metidos en todas partes. Desde Alaska hasta Tierra de Fuego, desde Lisboa hasta Australia, como langostines nos hemos propagado llevando nuestra cultura y “picardía” a todos los rincones del planeta, menos uno, Singapur.
Hoy, KeDificil estudia y analiza las razones por las que en efecto, está legalmente prohibido ser dominicano en Singapur.
Abrazar sin permiso está prohibido.
El dominicano es un ser “sabroso” por naturaleza, y en algún momento de su agitada historia abolió lo que el resto de la civilización moderna conoce como “el espacio personal”. Lo que significa, que no se puede estar tranquilo si no es con una besadera, una abrazadera o una sobadera, conozca o no la persona víctima de su sabrosura.
En Singapur el crimen se llama “quebrantar la modestia”, y ni siquiera tienes que pasarte de sabroso, solo basta con que seas un chin sabroso para ser condenado con multa y cárcel.
Ah y por si te preguntas. Sí!!, tirar piropos calientes como buen dominicano es considerado acoso sexual y puede traerte como consecuencia la cárcel o ser embestido por 50 palos.
No bajar el inodoro después de usarlo es penado con flagelación pública.
Si algo sabemos todos los seres humanos acerca de los baños públicos, es que todos son una cochinada donde la gente hace su desastre y por lo general se toma la libertad de dejarle su “regalito” al próximo que le toque meterse ahí dentro.
No me voy a atrever a decir que los dominicanos somos los campeones en las asquerosidades que se hacen en los baños públicos, pero sí se puede decir que somos consistentes en hacer desastres.
Lamentablemente para los dominicanos locos por ir de vacaciones al Sudeste Asiático, en Singapur, no bajar el inodoro empieza por multas equivalentes a $500 dólares y llega a su cúspide con una flagelación en la plaza pública. Y sí, hay policías especiales revisando el cumplimiento de esto.
Tratar de meter cualquier cosa que no sea tu ropa en el avión, puede ser doloroso.
El dominicano entiende que puede cargar todo cuanto se le ocurra dentro de un avión, como si se estuviera montando en una voladora. Y así cargamos con racimos de plátanos, baterías de carros, cajas de cerveza y romo, docenas de cajetillas de cigarrillos, una farmacia en medicinas, víveres, y hasta una hoya grandísima con un sancocho cocinado.
Todo eso tiene su nombre en Singapur: contrabando y evasión al impuesto de transferencia de bienes. Multa y cárcel por la primera y más cárcel por la segunda, y sí… son acumulativas.
Dominicanadas que no se pueden hacer en las calles de Singapur.
Masticar chicles, escupir, tirar basura o cruzar la calle por otro lado que no sea un cruce peatonal está prohibido por ley. De hecho, la venta de chicles en Singapur está prohibida debido a la dificultad que presenta limpiar chicles pisados en las aceras, y cruzar la calle por donde no es, puede implicar varios días preso.
Tirar basura a la calle no conlleva una simple multa de $500 dólares, en Singapur llevan el anuncio de “que puerco, tenía que ser un puerco” más allá. Literalmente te ponen a recoger basura con un letrero que dice “Yo soy un puerco que tira basura a la calle”.
Ah, y manejar “bebido” son 10 años de prisión automáticos… qué lo qué?
Estarle presentado a Arturo del Tiempo al Presidente y otros altos funcionarios…
Hasta para los políticos lambones que les encantan estar de presentados con el Presidente, y que en sus desbordes de galloloquismo se ponen a estar poniendo a cualquier charlatán a tirarse fotos con el mandatario, le guardaron su paquetito.
Poner la mano en fuego y presentar a un extraño como “tu buen amigo”, y que este luego resulte ser un delincuentazo, es considerado como complicidad e intento de engaño lo que conlleva prisión y en algunos casos, la horca.
Privar en Sobeida, vaquero o gracioso en Singapur? Mala idea.
Ser una mula del narcotráfico no es recomendable, la posesión de más de 1 gramo de narcóticos se considera tráfico, y allá lo resuelven con la horca en la plaza pública. A los narcos grandes y los cómplices allegados a este, primero le aplican las flagelaciones y luego la horca. Si la corte en vez de estar ubicada en Ciudad Nueva, estuviera en Singapur, la Pelaez y Sobeida no estarían tan sonrientes.
Las armas están prohibidas, eso es, todo tipo de arma. Tener un arma de fuego implica prisión de por vida, disparar el arma en un desborde de vaquerismo que tanto disfrutamos en RD, se paga con la horca. Blandir un cuchillo en presencia de otra persona aunque estés pelando verduras es considerado intimidación criminal, cárcel. Privar en boy scout y andar con una navaja suiza en público se paga con deportación. Quieres hacer bulla con fuegos artificiales? Este es el orden… multa, cárcel, palos.
Andar desnudo en tu propia casa en Singapur es ilegal, por lo que mostrar partes privadas en público sea para mear, sobarse o hacerse el gracioso arriba de una Yipeta en la Lincoln no es la mejor de las ideas.
De hecho estos tienen una ley específica que prohíbe hacer sus necesidades dentro de los ascensores (no quiero saber porque) y, curiosamente, tienen ascensores diseñados a detectar cuando alguien está explayándose ahí dentro, que se detienen y encierran al infractor dentro del ascensor hasta que lleguen las autoridades palos en mano.
De robarse el Internet, el porno y otros males.
Por otro lado, actividades completamente normales, o que nosotros entendemos normales, como pegarse de la línea Wi Fi sin seguridad que tiene el vecino, pueden ser un problema grave. Engancharse de una línea ajena es considerado como hackeo y se puede ser sentenciado con hasta 25 años de prisión.
De otra forma, en un país como Singapur donde el sexo oral está prohibido salvo que el mismo conlleve eventualmente a la realización del coito, ya no debería sorprender que también el porno esté prohibido. Y en efecto es así, las penas se aplican por item de pornografía que se tenga con multas y cárcel, así que tener 2 gigas de pornografía en tu computadora podría significar prisión y bancarrota para toda tu vida.
Y al dominicano que siempre le gusta un can, en Singapur están prohibidas las reuniones de personas después de las 10 de la noche, y por reuniones de personas se entienden más de dos personas haciendo coro.
Por lo general, soy promotor de la idea de irnos todos de esta isla y el último que se vaya que cierre con candado y bote la llave, pero en esta ocasión hay que decirlo… POR LO MENOS NO VIVO EN SINGAPUR!