6 lecciones que, gracias a la tecnología, debes incorporar en la crianza de tus hijos

6 lecciones que, gracias a la tecnología, debes incorporar en la crianza de tus hijos

En los tiempos que a mí me criaron, la vida, los problemas y sus soluciones eran un poco más simples. Jodía mucho: me daban una pela. Sacaba malas notas: me daban una pela. No hacía la tarea por estar jugando NINTENDO: me daban una pela. De esa generosa repartija de pescozones obtuve muchas lecciones valiosas, sin embargo, debido a las nuevas tecnologías y la velocidad con que estas avanzaron, mis padres no estuvieron capacitados para orientarme en este nuevo mundo y, en general, tuve que ir aprendiendo a sobrevivir dentro del mismo sobre la marcha.

Debo reconocer que hasta ahora yo he sido un tipo con suerte, lamentablemente, no muchos han tenido la misma suerte y hoy están casados y con hijos chiquitos. Como las cosas han y van seguir cambiando de forma acelerada, y muchas de estas no lucen ser comprendidas por la nueva camada de padres empeñados en seguir sobrepoblando el mundo, hoy en KeDificil les traemos “6 lecciones que, gracias a la tecnología, debes incorporar en la crianza de tus hijos”, empezando con…

6. Discutir por el internet es como competir en las Olimpíadas Especiales

Primero que todo…

… aún si ganas, sigues siendo un retrasado mental.

Dicen que las opiniones son como los culos: todo el mundo tiene una. El internet tiene la peculiar característica de juntar a mucha gente, con muchos culos y por ende muchas opiniones, en un espacio no lo suficientemente grande como para sostener sus egos. Para empeorar las cosas, el internet también tiene la desgracia de proveer no sólo el espacio para que la gente ponga sus opiniones, sino adicionalmente, un público. Recientes estudios en el laboratorio de CERN, aparte de la existencia de la partícula Higgs Boson, han descubierto que la suma de uno o más seres humanos con opiniones, protegidos detrás de una computadora y con un público para leerlo, suele provocar…

Esa explosión pero sustituyan el fuego y la mortal radiación por mierda… mucha… mucha… mierda.

A la gente no le suele gustar estar equivocada, y siempre tiene el incontrolable impulso de tratar de demostrarle a la otra gente que, en efecto, están equivocados. Antes, la posibilidad de corregir a otros se limitaba a muy de vez en cuando el colegio, la universidad, el trabajo y la familia, y eso con apenas un puñado de personas que eran tan pocas que hasta seguro 20 años después te recuerdas de todos los nombres. El internet, sin embargo, abre las puertas a un mundo con millones y millones de personas equivocadas, ansiosas todas porque llegue alguien a corregirles. Y claro…

Los verdaderos eruditos (que saben su vaina) no se dedican a discutir por internet, seguro ni siquiera tienen tiempo de enterarse que hace 20 años se puede conseguir el porno gratis. Para el resto de nosotros, apenas nos queda la satisfacción de aprender absolutamente nada de un “pleito” por internet y perder mucho tiempo… por lo que al menos procura nunca tomarlo en serio…

Después de todo… es el internet.
5. Si es digital… posiblemente terminará donde millones de personas lo vean.

Aunque sea un poco difícil de aceptar para muchos de nosotros los viejetes, la mayoría de nuestros hijos van a crecer sin saber lo que es un rollo de fotos, los libritos gruesos con coberturas plásticas para poner fotos que las termitas llamaban “buffet” y nosotros llamábamos álbumes, no se van a imaginar que alguien ganaba un sueldo y que uno pagaba dinero por “revelar” fotos, y nunca conocerán el extraño placer que provocaba el “criki criki criki” de “enrollar” una cámara desechable.

Aaaah, cuantas horas quemadas enrollando cámaras desechables vacías.

Antes para comunicarse con alguien había que tener la puntería de llamarle en un sitio y que esa persona estuviera allí al mismo tiempo que se hacía la llamada, la gente no se la pasaba interrumpiendo una fiesta o encuentro cada 2 minutos para tirar fotos estúpidas porque los rollos solo daban para 36 fotos, la gente llevaba diarios manuscritos para los que tenían suficiente pudor de no estárselo enseñando a todo el mundo, y nadie se atrevía a estarse tirando fotos calientes en solitario, en pareja o con su mascota, porque en aquellos tiempos existía…

Interesante… esta va para mi colección de «buttsecks».

Hoy, el hecho de que no tenga que existir un extraño que por default revise tus fotos, le ha dado la suficiente motivación al ser humano promedio de dar rienda suelta a la creatividad fotográfica. Lo que muchos no parecen comprender es que contrario a los viejos tiempos, cuando un chin de fuego hacía el truco, hoy si bien es sumamente fácil tomarse una foto, es notoriamente difícil des-tomarse una foto… y aún más difícil evitar que la misma llegue a las manos equivocadas… como tu actual novi@ o espos@ y futuro novi@ o espos@ despechado… o tu stalker.

Si lo subiste a Facebook y te arrepentiste a los 5 segundos siempre aparecerá un tipo con el “print screen” más rápido del oeste, si lo borraste de tu disco duro siempre aparecerá un pana que sabe cómo recuperar los archivos borrados (nada nunca es plenamente borrado en las nuevas tecnologías), si lo tienes guardado en tu celular para tu consumo propio felicidades por conservarlo en el aparato que más se pierde y por el cual más es la gente es asaltada en este país, nos contarás de tus 15 minutos de fama en youporn… y en serio, los videochats en Skype, Messenger y lo que sea que se te ocurra, son muy fáciles de grabar.

Lo que no quieres que se sepa… no lo hagas en digital… incluyendo tus sesiones de cybersexo en los Yahoo chats.
4. El dinero no crece en los bytes.

Todo el que tenga un muchacho de menos de 12 años en la actualidad ha notado que, contrario a mejores tiempos, un palo y la tapita de un botellón de agua no son algo que estos entiendan como una fuente factible de entretenimiento. Con el tiempo, las actividades infantiles han evolucionado desde la muy gratis “vitillas”, a los notoriamente no gratis smartphones, laptops y tabletas.

La Vitilla 5s nunca nos llegó porque Steve Jobs no fue dominicano.

Ese empeño de antojarse de vainas caras ha hecho que los niños de hoy en día sean mucho más conscientes del costo de las cosas y notoriamente más ambiciosos en conseguir el dinero para comprarlas. Lamentablemente para los padres del presente, aunque sus hijos estén más conscientes de lo necesario que es el dinero, estos siguen siendo tan ajenos al concepto de como se hace el dinero a como lo eran ellos en aquellos tiempos que le pedían $20 pesos a sus madres para ir a quemarlos en las maquinitas de El Mundo Sobre Ruedas. Y como los cuartos no rinden para comprar lo último de los muñequitos en smartphones cada 6 meses, los niños y jóvenes de hoy en día giran su atención a la otra fuente más segura de hacer dinero en el planeta aparte de los padres… el Internet.

Hogar de los dadivosos Príncipes de Nigeria.

Millones cada año caen en al menos uno, de la lluvia de esquemas para estafar que se encuentran dispersos por todo el internet, que como nos dice esta linda entrevista por acá, solo el híper-ridículo Príncipe de Nigeria ha sido lo suficientemente exitoso como para apearle cientos de miles de dólares a centenares de personas en el mundo.

Como con el tiempo las pantallas de las estafas se están haciendo más sofisticadas y creíbles, y todos nos estamos tornando más dependientes del internet para hacer nuestras actividades del día a día, se espera que en algunos años la mayoría de los usuarios de internet terminará siendo víctima de al menos una estafa en línea en algún momento de su vida.

La moneda oficial de los internets.

En la vida no hay dinero fácil, y lo que luce fácil es porque tiene un gancho, y el internet no es la excepción… hasta wikipedia tiene que hacer una ridícula campaña con la cara de pila de gente fea para conseguir dinero del internet y seguir en su proyecto. Tómelo de nosotros en KeDificil que nos venimos pasando de altruistas y ya estamos teniendo que sacar dinero del presupuesto de bebidas dizque para pagar más servidores para que to’ e’ta vaina no siga ‘eplotando y ustedes puedan seguir disfrutando… hacer dinero del internet, no tarea  fácil.

3. Existe el sexo… y luego existe todo lo otro que viste por el internet.

Como el mundo está lleno de religiosos muy empeñados en meterles sus creencias a todos por la garganta, la educación sexual en la mayor parte del planeta o es muy deficiente o directamente no existe. Eso no es problema ya que para ello la humanidad siempre ha podido contar con el auxilio del porno, y desde los dibujos en las paredes de los prostíbulos de la Roma Antigua, las esculturas en la cultura Maya, las revistas debajo de la cama del papá del vecino y los canales 10, 35, 42 y Cinemax, todos desde nuestra niñez y adolescencia hemos sido educados sobre las bondades del sexo a través de una fuente altamente científica y educativa como la pornografía.

Yo… eh… simplemente… no, eh… oooooh los mayas.

Naturalmente el acceso a este tipo de educación en los tiempos que éramos niños y adolescentes era algo limitada, o el material estaba muy escondido, o la televisión estaba en la sala, o los padres de uno tenían una hechicería montada para detectar cuando uno prendía la televisión en su cuarto después de las 11 de la noche, y claro, el costo por este tipo de conocimiento se pagaba con pelas. Hasta que un día… llegó el internet…

Y cambió nuestras vidas para siempre…

Como por lo general la mayoría de nosotros empezamos haciendo búsquedas de “nude celebs” por Altavista para maniguetearnos con una foto borrosa de Alicia Silverstone, para el momento que uno se metía en la sección “underground” del internet, ya se tenía bien cimentada una idea de cómo funciona el sexo… tristemente para nuestros hijos, el internet del presente es notoriamente más democrático, lo que ha servido para que la frontera entre lo “normal” y lo “under” se haya vuelto más tenue que la frontera entre Dajabón y lo que está más pa’llá al oeste, y hoy en día una inocente búsqueda de tu hijo de la palabra “tentáculo” para sus clases de ciencias naturales sobre los pulpos, inevitablemente les va a plantar en sus caras algo como…

Los japoneses… son simplemente… diablo.

Como pueden imaginar, ni el más avanzado de los libros sobre educación sexual para niños tiene un capítulo dedicado a explicar qué son “chicas con pitos”, personalmente ni sé cómo exactamente funcionaría eso de dizque sentarse a explicarle a un niño lo que está haciendo esa señorita con esa quinta pata que le salió al caballo, ni cuál es el propósito de esa copa en el video con esas dos jovencitas… y puedes intentar un millón de veces de poner un programa en tu máquina para que ellos nunca se enteren y un millón de veces te van a hackear los códigos con ayuda de Google, Youtube o los amiguitos del colegio… por lo que será tu tarea explicarles…

Y así hijo mío… Fue como nació la sífilis.
2. Si parece demasiado bueno para ser verdad… es demasiado bueno para ser verdad.

En general… el encabezado de este punto es un buen consejo, y es aplicable a todos los ámbitos de la vida. Tus hijos aprenderán a cómo manejar un correo anunciando que se ganó la lotería de Londres, sabrán qué pensar sobre entrar en un nuevo negocio infalible, lo pensarán dos veces antes de ir a esa nueva cuerería donde dizque por $1,000 pesos te llevas a la jeva, e incluso estarán equipados para espantar a los amiguitos que quieran reclutarlo para Amway.

Únete, se dueño de tu propio negocio…

Pero más importante aún, ese consejo le ayudará a manejar uno de los fenómenos más trascendentales de la convivencia social dentro de la civilización moderna, algo que ha atacado hasta la esencia más intrínseca de nuestros instintos como seres humanos, que ha modificado nuestros hábitos y comportamientos como especie, algo que ha venido redefiniendo la teoría de Darwin desde sus cimientos y que definirá la ruta evolutiva de la raza humana por generaciones y generaciones por venir, es… es…

Los ángulos… engañando a personas poco precavidas desde el 2004.

ÁNGULO sus. y s.m. (Del lat. Caístus en la trampus, grandísimus pendejus): Dícese del empleo de trucos de cámara, poses poco naturales, cambios de luces, truqueos chopos de instagram, taparse un lado de la cara con el cabello o cualquier técnica empleada con el propósito de disimular una apariencia física notoriamente FEA.

En una era donde lo que hacían 100 aparatitos distintos que eran increíbles y totalmente de ciencia ficción en las películas de James Bond de los 1960s, hoy lo hace uno llamado celular, y todo el mundo lo tiene, por lo que hay algunas cosas que no son posibles:

1) Una persona con menos de 5 fotos.

2) Una persona que se vea bien que no tenga una foto donde no se distinga su cara.

3) Un ser humano con un aparato incapaz de hacer un videochat o al menos una llamada.

Hacer amigos por internet es una aventura, buscar una pareja por internet es una locura, pero ¿ponerse a estar enamorando gente por internet basado en cómo se ven en su foto de perfil de twitter?…. ya eso… eso es ser un imbécil.

1. No eres una superestrella y a nadie le importa tu vida… así que por lo menos aprecia tu privacidad.

Hubo un tiempo en el que ser famoso y tener seguidores era algo importante, era un estilo de vida, y era algo a lo que casi todos aspiraban . El problema de aquellos tiempos era que para llegar a ser famoso se requería de tener mucho talento, inteligencia, buena asesoría y mucha suerte para que quizás, si las constelaciones se alineaban correctamente en el firmamento, lo lograras… y todo eso estaba bien hasta que un día, de repente… llegó Facebook.

Y todo se volvió estúpido…

Ser famoso necesariamente implica que a mucha gente le interesa lo que uno hace y dice, por lo que la vida del famoso es escrudiñada y expuesta en los medios masivos con bastante frecuencia.

Lamentablemente para la sanidad mental de la raza humana, demasiada gente solo leyó el párrafo anterior hasta “a mucha gente” y asumió que ser famoso es tener muchos “amigos” o “seguidores” por lo que procedieron a “amistarse” con veinte y cinco mil personas que le agregaron solo para que se quitara la alerta esa del diablo, y de las cuales solo conoce doce, y de esos, ocho ahora están avergonzados de tenerlo de amigo.

Mira mamá, soy una estrella del internet!

Como el hecho de tener un millón de amigos no necesariamente te hace cantar más fuerte… o ser interesante… para tratar de justificar el hecho de que la gente lo agregó (aunque fue para salir del paso) este empieza a transmitir su vida partiendo desde el hedor de sus medias, a informar elocuentemente sus horarios de ir al baño, hasta a tirarle fotos a su comida para mostrarla a un montón de gente que no le importa un carajo…

Gracias por tan valioso pedazo de información, estoy seguro que nuestras vidas nunca serán las mismas luego de semejante despliegue de gasto totalmente apropiado de bytes del ancho de banda del internet.

Como los famosos de verdad no andan inundando los medios con su mierda, sino que son los mismos medios que la buscan para bañarse en ella, los famosos del internet son como el mono aquel del zoológico que se la tiraba a la gente que solo andaba caminando por ahí. De ahí radica la importancia de enseñar a tus hijos que el problema de tirar un montón de disparates en todas direcciones es que eventualmente se la vas a pegar o a un(a) ex que no deseabas que se enterara, o a un pana muy ansioso de mostrarte las maravillas del asalto a mano armada, o a tus padres y amigos que no querías que se enteraran, o… a tu futuro jefe.

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