Las 6 razones de porqué ver deportes en República Dominicana es un calvario.

Las 6 razones de porqué ver deportes en República Dominicana es un calvario.

La tercera gran pregunta que se formula todo gran aficionado de deportes antes de ver un juego o evento es “¿cuál es el canal que se va a sintonizar para ver el juego?”, siendo las primeras dos “¿cuál será el lugar donde se va a ver?” y “¿dónde está el dinero para las birras?”.

La primera pregunta tiene mayor relevancia para los fanáticos deportivos de República Dominicana que para el resto del mundo. En la mayoría de los países el debate se centra alrededor de ¿qué tan irritante es el equipo de narradores en un canal?, en el país de las maravillas (o sea, éste) el debate tiene aristas de aún mayor relevancia.

Hay varias razones de peso de las que nos hemos tomado la libertad de citar las 6 más importantes, ver deportes por TV en RD es un calvario porque:

6. La nueva relatividad, Imagen = Evento x Delay al cuadrado.

En la República Dominicana se considera endémica la cultura del “enganche”. Por lo que no ha de sorprender que ante la disyuntiva de pagar miles de dólares por una licencia de transmisión de unos juegos vs “engancharse”, nuestros canales de televisión opten por “engancharse”.

El “enganche” no es fácil de lograr debido a la tecnología de hoy en día, por lo que este se tiende a realizar sobre las señales “enganchables”. Lamentablemente las señales baratas y “enganchables” se envían con hasta 6 segundos de diferencia entre el momento que ocurre algo y cuando usted lo ve en su televisor. Como cuando una estrella explota y ahora es que estamos viendo algo que pasó hace 1 millón de años.

Cuando su vecino está viendo el juego en la transmisión en inglés, usted escuchará la bulla de celebración en casa de él primero, y se va a quedar pasmado sin saber qué pasa, hasta que por fin el evento ocurre en su dimensión. Es como si su vecino viviera en la época donde los carros que vuelan y usted todavía anda moviéndose en carretas.

Muchos aceptan este pequeño inconveniente sin problema, y por lo general es apenas relevante en la elección final de cuál canal ver, por lo que esta es solo la 6ta razón.

5. Visibilidad “lluviosa”.

Una consecuencia natural del “enganche” es el llamado efecto “lluvia” en la imagen que llega a los televisores. Dentro de la transmisión de las imágenes se mete una estática que se traduce en una ilusión óptica de como si en la arena a techo cerrado donde los Lakers y Boston definieron el campeonato de la NBA estuviera cayendo un aguacero.

Los dominicanos, como prueba viviente de las teorías de Darwin que somos, hemos desarrollado la habilidad de descifrar todo lo que ocurre en medio de la “lluvia”. Lo que para el resto de los seres humanos son muchos puntos negros y blancos, para nosotros es todo un mundo de colores, formas, dimensiones y Kobe Bryant haciendo un espectacular donqueo faltando 2 minutos para que termine el juego. Habilidad única inscrita en nuestros genes que es transmitida de generación en generación.

Debido al desarrollado sentido de “imaginarse la imagen sin lluvia” que tenemos, el efecto “lluvia” no es completamente definitorio en la importante decisión de “¿cuál canal pongo?”, ocupando éste apenas el quinto lugar de nuestro conteo.

4. Faltan 20 segundos, el jugador se acerca corriendo a la meta y… *oscuridad*.

Las transmisiones “enganchadas” de República Dominicana tienen la puntería de que justo cuando el juego se pone en su momento más tenso, le da con irse la luz en el canal, que se congele la imagen o cualquier otra «falla técnica” que el amable narrador tiene la gracia de informar asegurando su pronta corrección.

Después de gritar uno que otro coño a la televisión, cuando por fin se arregla el asunto, uno se queda desubicado sin entender que está pasando y porqué hay gente gritando, y no es hasta un minuto y pico después, cuando pasan la repetición, que se entiende el jolgorio, quedándose con la amarga sensación de que se perdió el momento para siempre.

Esta sin dudas es una razón de mucho peso por la que ver transmisión de deportes en República Dominicana se asemeja más a un padecimiento que a un entretenimiento, pero esta es apenas la 4ta, y aún falta mucho por contar.

3. Los narradores.

Estoy escribiendo esto y la verdad es que ni sé por donde empezar con esta. La pronunciación onda “inglés sin barreras” de nombres extranjeros, las evidentes deficiencias de dicción o uso persistente de acentos cuanto menos “campunos”, la saludadera a gente que no viene al caso, la cogedera de celulares en medio de la transmisión? Por donde?.

Bueno, uno puede aceptar como jocoso y anecdótico escuchar gente con un acento del “sul plofundo” intentar decir un nombre como Zydrounas Ilgauskas, Dectlef Schrempf, Stephen Strasburg o Brett Favre. Pero ya narradores media lengua, o que lleven una vida de conflictos con las eses y las erres pueden ser una distracción del partido, uno termina más pendiente de “qué fue lo que dijo el pana?” que del juego.

Por lo general uno trata de mentalmente aislar lo que están hablando los narradores del resto del audio, lo que es especialmente notorio en las transmisiones por la radio. Hay dos outs hombre en primera y tercera en el 7mo inning, al narrador le da con hacer una historia de cuando era chiquito y jugaba pelota con sus amigos, uno aísla e ignora la voz del narrador y se concentra en el audio del estadio. Si el equipo que batea es el de casa una bulla larga y prolongada significa que hubo por lo menos un hit, si es corta y tímida fue out, pero el narrador seguirá contando del pelotazo de cuando era niño.

Ya llegando a este tercer puesto hay muy buenas razones para ir considerando sentarse mejor a ver pintura secándose antes que un deporte en la TV dominicana, pero faltan las dos más importantes!

2. Los anuncios.

A la TV y radio dominicana no les basta con la hora entera de anuncios que se pueden programar entre pausa y pausa en los juegos, no… hay que forzarla.

Viene una jugada importante, te levantas de tu asiento de la emoción, y de repente te echan una caricatura entera en el medio de la pantalla anunciando batería de carro, pastillas para la disfunción eréctil o una marca de shampoo, sigue el juego y estericas el cuello a ver si logras ves lo que está pasando al otro lado del Cartoon Network ese.

Pero como si poner anuncios entre pausas y tirártelos a forma de caricaturas en el mismo mediazo del juego no fuera suficiente, a toda y absolutamente toda acción posible en un juego se le pega un anuncio larguísimo.

“No batee de foul use aceites y lubricantes Kendall! El único lubricante quesiyoque quesiyocuanto blah blah blah el juego sigue avanzando y yo toy hablando basura”, “Saque de meta Malta Morena! Para aumentar su energía y el tipo está avanzando a punto de meter un gol y no puedo coger un buche por un segundo”, “No se rasque el bulto delante de la gente, use Quitoso! Ahora en sus versiones para blah blah blah ya han metido 6 puntos y yo sigo como el conejito de Energizer”.

En RD usted se sienta con los panas a ver anuncios, en los que de vez en cuando pasan un juego.

Eso es tan divertido como sentarse a ver las programaciones pagadas de productos para la calvicie que pasan en lo que se supone que es el History Channel los sábados en la mañana.

Pero esta no es la peor razón del calvario dominicano para con el disfrute de deportes por televisión… lo peor es que…

1. La otra opción es con narradores mexicanos.

Como los canales de deportes en inglés que llegan al cable de RD solo ponen torneos de golf, NASCAR y pesca de truchas… la otra alternativa es sentarse a oír a los mexicanos.

No!!… simplemente no.

Send this to a friend